Área Deportiva Adaptada

La práctica de deportes en niños y niñas con autismo de 2 a 8 años conlleva una serie de beneficios significativos. El ejercicio físico contribuye al desarrollo de habilidades motoras, mejora la coordinación, el equilibrio y la fuerza muscular.
Además, participar en actividades deportivas fomenta la interacción social, el trabajo en equipo y el desarrollo de habilidades sociales. Los deportes pueden proporcionar oportunidades para aprender reglas, seguir instrucciones y adaptarse a diferentes entornos, lo cual es especialmente beneficioso para niños con autismo, ya que puede ayudarles a mejorar sus habilidades de comunicación y socialización.
El deporte también puede ser una excelente vía para canalizar la energía, reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Para los niños con autismo, puede ser una manera divertida y gratificante de aprender nuevas habilidades mientras disfrutan de una actividad física que les ayuda a mantenerse saludables y equilibrados en diferentes aspectos de su vida.